Enérgico argumento sobre como la política influye directamente en todos los aspectos de la vida, como el costo del combustible, el salario y las deudas mensuales, desmintiendo la idea de ser apolítico. La neutralidad es una ilusión y que la falta de participación es una forma de permitir que las élites, los banqueros y los políticos corruptos tomen decisiones que nunca benefician al ciudadano común. Esa indiferencia es precisamente lo que desea el capitalismo para mantener el statu quo y sostener el poder de los mismos de siempre. Por lo tanto, el mensaje principal es que la política es un campo de batalla por la propia vida, y la indiferencia equivale a apoyar a los poderosos.

