A los 96 años falleció el actor argentino Héctor Alterio, figura insigne del cine, el teatro y la televisión, cuyo legado artístico y compromiso cultural lo convirtieron en una presencia fundamental de las artes escénicas en Argentina y España.

Alterio murió en Madrid, ciudad donde vivió desde su exilio en la década del ’70 tras recibir amenazas de muerte de la organización de extrema derecha Triple A en Argentina. Su familia confirmó el fallecimiento, aunque no se brindaron detalles sobre la causa médica de su deceso.

Una carrera monumental

Con más de 150 películas en su haber, Alterio fue un intérprete excepcional cuya carrera abarcó teatro, cine y televisión. Su trayectoria comenzó a mediados del siglo XX y se convirtió en sinónimo de compromiso artístico y ético.

Entre sus trabajos más emblemáticos se encuentran títulos que forman parte de la historia del cine argentino, como:

• La Patagonia rebelde

• La tregua

• La historia oficial

• Camila

• Plata quemada

• Caballos salvajes

Estas obras no solo consolidaron su estatura como actor, sino también su papel como testigo y narrador de episodios claves de la memoria histórica argentina.

Además, Alterio tuvo un papel destacado en películas que obtuvieron o fueron nominadas al Premio Oscar, lo que lo convirtió en uno de los actores argentinos más reconocidos internacionalmente en su generación.

El exilio y la continuidad de su arte

El exilio marcó un antes y un después en su vida personal y artística. Tras las amenazas de la Triple A en 1974, Alterio estableció su residencia en España, donde continuó una carrera prolífica y fue reconocido por su trabajo tanto en el cine español como en el argentino. Fue miembro de la Academia de Cine de España y recibió distinciones, entre ellas el Goya de Honor en 2004 por su trayectoria.

A pesar de vivir fuera de Argentina por décadas, nunca abandonó la escena nacional. Mantuvo vínculos estrechos con la cultura argentina, participando en producciones clave y regresando regularmente para proyectos y homenajes.

Un estilo, una voz, una presencia

Una de las marcas de Alterio fue su voz distintiva y su presencia poderosa en escena. actores, directores y colegas destacaron siempre su ética de trabajo, su capacidad de transformar personajes con profundidad emocional y su valentía para asumir roles que abordaban injusticias sociales y políticas.

Su última etapa artística incluyó espectáculos íntimos en los que combinó actuación, tango y poesía, revelando su sensibilidad intacta hasta sus últimos días sobre el escenario.