El CALP, con más de siete décadas de vida, es reconocido por su actividad federada, la formación de jugadores y la organización de torneos por categorías que son referencia en la ciudad y la región. Dentro de ese calendario, el Torneo de Primera es la categoría más alta y reúne a los jugadores de mayor nivel del club, por lo que su título tiene un gran valor deportivo.

La definición fue tan ajustada como inusual. Tras finalizar igualado en puntos con Lacowsky, Buñes disputó dos partidas blitz a 7+3: ganó la primera con blancas y cayó en la segunda con negras, manteniendo el empate. Luego, la organización recurrió a un Armagedón: Buñes eligió jugar con negras, con 7 minutos y la ventaja de que el empate le otorgaba el campeonato, mientras su rival disponía de 10 minutos y estaba obligado a ganar. La partida, sin incremento de tiempo, se resolvió en un clima de máxima tensión.

Más allá del resultado de ese Armagedón, la clasificación oficial dejó a Buñes en el primer lugar con 4½ puntos sobre 7 rondas y mejor sistema de desempate que Lacowsky. El trofeo entregado por el club —inscripto como “Campeón Absoluto”— selló una jornada especial: por el formato, por la intensidad y porque un jugador montense logró imponerse en uno de los escenarios más competitivos del país. Un logro que queda registrado tanto en el CALP como en el ajedrez de Monte.

FUENTE: La voz de Monte